La directora de Áreas Protegidas y Biodiversidad del Ministerio de Ambiente, Shirley Binder, pidió a la población no alimentar las manadas de mapaches en la Cinta Costera, la Calzada de Amador y otras áreas residenciales de las Áreas Revertidas, una práctica creciente.
La funcionaria dio conocer su preocupación por los efectos negativos que ello representa para la fauna silvestre. Queremos hacer un llamado de atención a la población para que no alimente a los animales silvestres. Entendemos y agradecemos mucho a quienes se preocupan por su bienestar ofreciéndoles alimentos, al verla como una acción noble de conservación; pero lejos de ayudarlos causa un desequilibrio ecológico en donde los mayores perjudicados son los animales, dijo Binder, agregando que como Ministerio no se quisieran tomar medidas para su reubicación.
Disney Fajardo, jefe del Departamento de Biodiversidad de MiAMBIENTE, área que maneja el aspecto técnico y científico del tratamiento de la vida silvestre destacó, que las personas no deben preocuparse por la alimentación de estos animales. Ellos tienen la capacidad de alimentarse de gran variedad alimentos como crustáceos, insectos, huevos, frutas, vegetales, y tienen excelentes características para nadar y trepar, con un agudo sentido del olfato, aseverando que donde quiera que se encuentren pueden alimentarse por sí mismos, dijo Fajardo.
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Pueden ser agresivos
Por otro lado, Mariana Parks médica veterinaria del Departamento de Biodiversidad, enfatizó en otros aspectos que al alimentar animales silvestres se altera la forma en que los animales se desplazan; lo que afecta sus patrones de distribución, ocasionando más presencia de animales en un solo lugar, provocando más peleas y heridas entre ellos, poniendo en riesgo la vida de ciertos individuos del grupo.
Según Parks, aunque los mapaches se vean tiernos y cariñosos, son animales fuertes, que pueden ser agresivos al verse amenazados, y su proximidad y cercanía al entorno humano representa un riesgo zoosanitario, es decir puede aumentar el contagio de transmisión de enfermedades a las personas o viceversa, e incluso de animal a animal, en caso de interacción con mascotas.